
Sacripante es una galería de arte en Roma pero en realidad parece más un club secreto. Un
espacio con las paredes de yeso en bruto de color gris oscuro, los suelos de
cemento desnudo salpicados con algunas baldosas recuperadas, techos altos con
vigas de roble y habitaciones ciegas. Un conjunto que desprende una atmósfera
mística y barroca, diferente y ecléctica. El brutalismo y rugosidad de la
arquitectura se complementa con una selección de piezas vintage. Muebles de los 40s: extravagantes sofás de
terciopelo, mesillas de café de cristal y bronce, singulares luminarias y un
pequeño bar creado con un mueble de oficio antiguo, frascos de botica y vasos
originales de los años 20. Una apuesta rompedora que conecta con el pasado del
edificio y recrea un ambiente misterioso y acogedor.
Fuente: Yatzer
