Diseñada en 1969 por Paulo Mendes
da Rocha, la casa Masetti es un magnífico
ejemplo de arquitectura de la Escuela Paulista. Influenciada por los ideales
estéticos del brutalismo europeo, se trata de una arquitectura "en bruto,
limpia, sintética y socialmente responsable”, “de grandes volúmenes y geometrías
puras, desprovistas de revestimientos, adornos y metáforas formalistas” y de la
que Mendes da Rocha – Premio Pritzker
2006- es uno de sus máximos exponentes.
Construido sobre una colina arbolada, un imponente bloque de hormigón flota
sobre el terreno y se funde con la naturaleza que le rodea; la vegetación es
una extensión de la casa. Es un lugar perfecto, abierto y fresco que permite a
la vez sentirse oculto e íntimo.
El nuevo propietario, Houssein
Jarouche, fundador del concept store MiCasa en Sao Paulo, encargó su
restauración al mismísimo Mendes da Rocha que a la edad de 80 y tantos y
más de cuatro décadas después de haber concluido el proyecto original, tuvo la
singular oportunidad de reescribir su propia historia. La decoración, de estilo
ecléctico, fue programada para integrarse con el conjunto arquitectónico, sin
sobreponerse pero sin pasar desapercibida, dotando este imponente lugar de carácter
y calidez.
El hormigón - principal marca del Brutalismo Paulista- se emplea de forma
generalizada en todos los elementos, desde la estructura hasta el mobiliario.
Sin embargo “el aparente brutalismo del hormigón muestra una sensibilidad
extrema en el interior, a través del mimo con el que se diseñan espacios,
superficies y detalles”. Las baldosas hidráulicas en colores vivos, son el único elemento bonito en un escenario dominado por elementos
fuertes y rígidos.
Una
chimenea ingrávida preside, organiza y caracteriza
el estar-comedor. Una pieza masiva y pesada que paradójicamente flota como una
pluma sin tocar el suelo.
Las piezas inclinadas y verticales de los ventanales
producen matices y reflejos que modelan el interior y convierten la luz en
auténtica protagonista.
Las duchas, una en cada habitación, son capsulas de hormigón agujereadas. Hasta el colgador de toallas
está hecho con el cobre de la instalación eléctrica.
La brutalista casa es dura y cruda. Instalaciones eléctricas y cañerías de agua permanecen a la vista.
El objetivo de la restauración no fue otro que devolver a su estado original cualquier elemento que hubiese sido alterado por el paso del tiempo. El único cambio, acorde a la voluntad del arquitecto, un deseo incumplido años atrás por negativa del propietario original: pintar la piscina de negro.
Imágenes: Plot | Pinterest