La intención del proyecto es
mantener la memoria y estilo de esta vivienda de principios del S.XX, mejorando sus
características preexistentes con el menor volumen de intervención posible. Un
proyecto que quiere conjugar la distribución espacial y los elementos constructivos
originales con las necesidades de sus actuales habitantes. El resultado: una vivienda robusta, moderna, reciclada y vintage, que ha sabido sacar el máximo provecho de todo lo que ha encontrado durante la reforma.
El esquema de la vivienda, de unos 75m2, responde a los típicos pisos de l’Eixample, planta alargada con estancias
compartimentadas a lo largo de un estrecho pasillo, techos altos con molduras y
rosetones, y suelos de baldosa hidráulica.
En la reforma se mantiene la
distribución original, trabajando cada estancia de forma individual pero sin
perder la visión de conjunto para dar homogeneidad visual y material a toda la vivienda.
Las paredes pintadas de blanco acentúan
la singularidad y riqueza del pavimento al que se ha aplicado un tratamiento de pulido y acristalado por Fórneas Guida. La carpintería de puertas y ventanas también se ha
conservado, lacándola en blanco y mejorando sus propiedades térmicas y
acústicas.
Materiales como el mármol y la cerámica se han
mantenido en baños y cocina, así como elementos de la antigua propiedad, como los
grandes marcos reciclados y reubicados en los aseos.
El proyecto ha finalizado en Agosto de 2014.
Reportaje visto en : Interiores Minimalistas
Arquitecto : Eva Cotman
Fotografía : Eva Cotman