El blanco y el tono claro de la madera de alerce son los únicos actores del esquema de color. Revestimientos de madera en los dos planos horizontales transforman la percepción de la luz aportando calidez y plasticidad. En algunos puntos, las líneas verticales adoptan la misma madera, dando continuidad visual y potenciando aún más la sensación de confort y protección.
El
esquema funcional separa claramente los espacios públicos de los privados y
soluciona de forma magistral la división entre zona pública y semipública con
unas lamas de madera que permiten abrir o privatizar el comedor, en
función del momento.
El
esquema decorativo es sobrio y discreto, todo el protagonismo recae sobre la calidad de
los materiales y la luz, dejando espacio al usuario para que con el tiempo vaya
imprimiendo su huella y dando carácter al espacio.
Imágenes
via Marcos Catalán
Interiorismo
Fotógrafo
: Eugeni Pons