Proyecto de reforma de una
vivienda situada en el Eixample de Barcelona. Un edificio de 1930 con una
superficie de 70m2 que originalmente presentaba las típicas características de
las antiguas viviendas de esta zona: distribución excesivamente
compartimentada, falta de luz y distintas capas de materiales e instalaciones
que se habían ido superponiendo a lo largo de los años.
La mesa como arquitectura: El comedor, centro neurálgico del piso, acoge una mesa de 3,10 m. de
longitud y un banco de 5,20 m. que se extiende a lo largo de toda la pared,
haciendo las funciones de asiento, estantería, espacio de almacenamiento, etc.
Es la única mesa de la vivienda que al atravesar sala de estar, habitación principal
y cocina concentra todas las actividades de la casa y actúa tanto de mesa de
estudio, mesa de comedor, zona auxiliar de cocina, etc.
Dispersión de límites: Se diseñan
límites interiores para crear diferentes espacios con grandes aberturas para
difuminar la sensación de encerramiento. Un sistema de puertas correderas
permite transformar el espacio, ampliándolo o proporcionando la privacidad e
intimidad necesarias. Las puertas que se deslizan de forma visible generan una
composición dinámica de los límites. En la parte superior del tabique se
sustituye la pared opaca por cristal, consiguiendo sensación de mayor espaciosidad
sin disminuir la privacidad y mejorando la iluminación natural de las
estancias. Debido a la limitación de presupuesto, baño y cocina se renuevan
completamente pero se mantiene su emplazamiento original.
Arquitecto:
Adrián Elizalde
Presupuesto
del proyecto: 36.788€
Ejecución:
marzo –julio 2014
Fotografía:
Adria Goula