La silla Windsor data de principios
del S.XVIII. Probablemente su nombre deriva de la ciudad de Windsor, centro comercial
de la época desde donde se enviaron las primeras sillas a Londres. En sus orígenes fue una silla popular y campestre, ideada para el exterior que normalmente se pintaba en verde o negro para disimular las distintas vetas y tonalidades de la madera con la que se construía.
Se caracteriza por tener el
asiento de madera maciza y un respaldo formado por barrotes verticales, incrustados al asiento y rematados en forma de arco curvado (bow back) o rectos (fan back). Las patas también se incrustan al asiento por debajo del
mismo, de manera que son independientes del respaldo (algo poco común en la época).
via |
Sobre 1730, los colonos ingleses la introdujeron
en EEUU. Construidas básicamente en Filadelfia con variaciones realizadas por
los artesanos locales, las sillas Windsor americanas empezaron a ser
reconocidas con una identidad distinta a las inglesas. A finales del S.XIX la
silla reapareció con el movimiento Arts & Crafts floreciente en Inglaterra
y América.
via |
via |
La influencia de la silla Windsor en
Escandinavia se empezó a ver alrededor del SXIX, cuando el movimiento Arts &
Crafts se introdujo en el norte de
Europa. Los diseñadores suecos retomaron la sencillez y los acabados de madera
natural que encajan perfectamente en la estética escandinava moderna. Durante
el SXX los diseñadores escandinavos se inspiraron en la silla Windsor produciendo
nuevas variaciones modernas convertidas hoy en iconos del diseño.
En la actualidad sigue siendo uno de los
modelos más copiados y versionados, en múltiples materiales, colores y formas.